Algunas de las temáticas que se abordan en el consultorio
DESREGULACIÓN EMOCIONAL
Alegría, tristeza, miedo, enojo, aversión, sorpresa… algunas de las emociones que conocemos.
Todas tienen una función, es decir, están para algo y comunican algo:
Alegría:
Función (¿cuál es su utilidad?/ ¿para qué sirve?): Afiliación.
¿Y qué comunica?: Se relaciona con los lazos sociales. Ofrece al organismo un descanso general, buena disposición, entusiasmo para tareas y para esforzarse en conseguir una gran variedad de objetivos.
Utilidad: Reintegración. Refuerza una especie de retirada reflexiva de las actividades de la vida. Nos deja en un estado suspendido que nos permite lamentar la pérdida, reflexionar sobre su significado y hacer nuevo ajuste para seguir. ¿Y qué comunica?: Necesidad de acercamiento de nuestros seres queridos.
Enojo:
Función: Autodefensa.
¿Y qué comunica?: Informa al otro que debe detenerse. Me informa que algo es importante para mí.
Aversión:
Función: Nos empuja a expulsa, dejar algo nocivo.
¿Y qué comunica?: El desagrado que se tiene por algo o alguien.
Sorpresa:
Función: Exploración.
¿Y qué comunica?: Nos orienta a afrontar una nueva situación. Se caracteriza por las cejas levantadas, esto nos permite un mayor alcance visual. Así obtenemos mayor información sobre el acontecimiento.
¿Cómo es el circuito de una respuesta emocional?
Primero hablamos de un disparador, puede ser un evento externo o interno (recuerdos, pensamientos), luego realizamos una interpretación de ese evento (pensamientos o creencias). Se generan determinadas experiencias internas (cambios neuroquímicos, cambios corporales, sensaciones). Esto lo podemos observar luego en el lenguaje facial o corporal. Y las consecuencias de este circuito pueden ser: acciones, emociones secundarias, pensamientos.
Ejemplo:
Evento disparador: Que no me dejen entrar a supermercado a comprar con mi hijo (en tiempo de cuarentena).
Interpretación: “Esto es injusto”.
Experiencias internas: Se activa el sistema simpático y experimentamos taquicardia, aumento de la presión cardíaca.
Lenguaje facial/ corporal: Ceño fruncidos, puños cerrados.
Consecuencias: Comunicación del enojo, frustración como emoción secundaria, etc.
Estas son las emociones primarias y cómo funcionan, pero ¿qué pasa cuando ellas nos desbordan?
Acá es cuando hablamos de Regulación Emocional: se trata de los intentos que hacemos para influenciar en las emociones, cuándo tenerlas y cómo vivenciarlas.
No significa evitarlas ni anularlas. Imaginate una radio con su botón del dial y el otro botón del volumen. Sería algo así… en determinadas situaciones necesitamos ser más efectivos en el manejo de las emociones. A veces según la situación y lo que queremos que pase, debemos regular esos botones. Por ejemplo: si estoy trabajando un viernes a las 19hs en la oficina (cuando mi horario de salida es a las 18hs) y mi jefe me pide un informe (que sé que demora una hora más) y justo ese día pensaba pedir un aumento. Hay una gran probabilidad de que no sea habilidoso en ese momento al pedir el aumento. Ahí es donde tocamos esos botones.
“¿Qué me dicen las emociones?”, “¿qué eventos la disparan?”, “¿cuándo se trata de lo que ocurre en el entorno y cuándo son mis pensamientos?”, “¿cuándo debo regular las emociones?”, “¿cómo?”, son algunas preguntas que acompañan el proceso terapéutico.